Estamos en los momentos de máxima oscuridad del año, a punto de concluir 2023. La naturaleza nos invita al recogimiento, en un movimiento de introspección hasta llegar al hondón interior, para, desde allí, salir de nuevo hacia la luz. Es lo que representamos simbólicamente el 21 de diciembre en la celebración del solsticio de invierno, que junto con la del verano, se va consolidando como una cita ineludible. ¡Gracias a todos los que la hacéis posible!
Echando la vista atrás son muchos y buenos los recuerdos que tenemos de este año. Además de los colegios de pedagogía Waldorf que vinieron en primavera, otros dos llegaron en septiembre y octubre para hacer actividades de otoño. Entre ellas, la preparación de la tierra y siembra de cereales que los niños esperan ver crecidos cuando vuelvan la próxima primavera.
En fines de semana otros grupos variados vienen a la Casa San Martín a actividades de formación, crecimiento personal, espiritualidad y expresión artística. Nos alegra dar así continuidad a esta casa, que tanta vida ha acogido y sigue acogiendo.
El 11 de noviembre celebramos la fiesta de san Martín con nutrida asistencia: más de sesenta personas entre adultos y niños. Como el año anterior, los niños y algunos adultos hicieron farolillos artesanales, que iluminaron las calles de Cañicosa en la procesión hasta la ermita de San Martín. Entre medias, una entretenida sesión teatral en la sala y una merienda compartida para terminar una magnífica tarde de encuentro con muchos de los amigos de Tierra Habitada.
Recordamos que, además de esta lista de distribución del boletín trimestral, hemos puesto en marcha otra lista únicamente para comunicar actividades. Quien quiera que su dirección electrónica sea incluida en esta nueva lista de correo, puede escribirnos a contacto@tierrahabitada.org
Seguimos recibiendo voluntarios internacionales a través de la plataforma workaway.info, con cuya convivencia nos enriquecemos y cuyo trabajo agradecemos. Y seguimos recibiendo visitas de amigos que pasan unos días por aquí, a veces simplemente a estar unos días tranquilos cerca de la naturaleza.
Nada más por este año. Que acojamos la luz de la Navidad y podamos ser reflejo de ella. Os deseamos ¡muy profundos y luminosos días de Navidad!